En la actualidad cuando la escasez tan crítica y la especulación que afecta de manera brutal a la población, especialmente a los más pobres, usuarios de los establecimientos consideran que migrar la distribución de productos de primera necesidad desde los grandes abastos hacia las bodegas es un error. A su juicio, incrementará, aún más, el bachaqueo en los pequeños comercios, ya que fijarán precios a su criterio sin respetar lo regulado. De hecho ya es así.
Vale recordar que antes que se intensificara el control gubernamental la cadena surtía a las bodegas. Sin embargo, un testimonio fue más contundente que otro la mañana de este sábado afuera de Macro, establecimiento ubicado en el oeste de la ciudad, y que ayer suspendió la venta de alimentos al detal.
“Ellos no van a respetar el precio regulado y eso afecta al comprador, habrá más hambre y la cola se quita de Macro pero se traslada hasta la bodega”, expresó Katiuska Blanco, quien se mostró disgustada por la descomunal cola en la que aguardaba con la esperanza de comprar uno que otro producto pero a precio regulado.
En las bodegas -asegura- “me sacarán los ojos como ya lo vienen haciendo con el sobreprecio”, lamenta que no haya ente que regule a estos pequeños comerciantes.
Marilin Sivira, también compradora, dijo que la especulación en las bodegas está reinante y campante y coloca el ejemplo que una harina la venden hasta por 600 bolívares, mientras que el litro de aceite alcanza el precio de un dólar, es decir 1.500 bolívares. Así pasa con el resto de los alimentos, continúa diciendo, y cuando llegan los productos regulados estos son escondidos para venderlos a familiares y por el contrario son ofrecidos en combos que superan los 2.000 bolívares. “Meten dos productos regulados y el resto cosas que no se come”, denuncia.
La Sundde no inspecciona
En medio de la molestia de los compradores, quienes rechazan la distribución de productos a las bodegas, dijeron que la Superintendencia de Precios Justos se olvidó de inspeccionar las bodegas y que por eso todos los días amanece con nuevo precio el poco producto que tienen.
María López, quien vive en la población de Bobare, denunció que las bodegas en la zona estafan al consumidor colocando precios exorbitantes. Otra compradora de Tamaca, Rosa Nunes, considera que antes de enviar el producto a las bodegas, la Sundde debe fiscalizar el precio y hacer la contraloría; no obstante, creen que eso no sucederá porque la ley no llega a los pueblos, vociferaron los compradores. Lamentan que bodegueros escondan los productos.
Según un sondeo, el grueso de la población en Barquisimeto cree que en las bodegas venden a precios especulativos y piden que se inspeccione el almacén de cada comercio y así detectar la irregularidad. Las parroquias foráneas son las más afectadas.
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